Poderosos incendios arrasan comunidades en las afueras de Los Ángeles, en la costa oeste de Estados Unidos, dejando al menos dos muertos, varios heridos y decenas de miles de personas evacuadas, informaron las autoridades este miércoles.
Dos incendios avanzan descontrolados, impulsados por fuertes vientos que desde ayer mantienen a una parte de Los Ángeles en estado de emergencia, con 30,000 evacuados y la amenaza de que las llamas se sigan extendiendo rápidamente por zonas residenciales. Además, un tercer foco empeoró la situación este día.
El incendio en Pacific Palisades, uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, pasó en pocas horas de afectar 80 hectáreas a más de 1,500. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró por la tarde el estado de emergencia.
A pesar de la movilización de los bomberos para contener el fuego, el desastre continúa fuera de control, según el Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD). El rápido avance de las llamas pone en peligro unas 10,000 viviendas.
Se prevé que los vientos, con ráfagas superiores a los 90 km/h, persistan hasta el jueves, lo que podría intensificar la propagación del fuego debido al paisaje seco de la ciudad, que ha experimentado una considerable falta de lluvias en la temporada. Desde principios de mayo, las precipitaciones en el sur de California apenas han alcanzado los 2.5 mm. Esto ha contribuido a un aumento en las temperaturas medias durante la primera semana de enero.
Al este, en el Bosque Nacional de Los Ángeles, otro incendio comenzó la tarde del martes y ya ha consumido más de 800 hectáreas.
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